Las dolencias físicas más comunes a partir de los 50 años

Se dice que los 50 son los nuevos 40, sin embargo hay unas dolencias físicas más comunes a partir de esa edad. Por eso, es muy importante cuidar nuestra salud física especialmente a partir de esta edad, ya que se vuelve un factor de riesgo en el desarrollo de ciertas enfermedades. Nuestro cuerpo comienza a producir menos células, nuestros órganos comienzan a debilitarse y pueden aparecer dolencias que empiezan a manifestarse y a ser más comunes a partir de esta edad.  A  pesar de que envejecer es inevitable, lo que sí podemos hacer para prevenir es promover unos hábitos de vida saludables que minimicen la aparición de estos problemas.

En nuestra clínica de fisioterapia y centro médico Trauma Granada estamos especializados tanto en la prevención como en el tratamiento de estas molestas dolencias que nos impiden tener una buena calidad de vida.   Veamos las más frecuentes:

Dolencias  más frecuentes a partir de los 50 años

A medida que cumplimos años, los niveles de colesterol, la presión arterial, el incremento de peso o la pérdida de masa muscular empiezan a  dispararse, sobre todo si no hemos tenido unos hábitos de vida saludables a lo largo de nuestra vida.  A partir de los 50 las dolencias más comunes que empiezan a manifestarse son:

Problemas de huesos y articulaciones  como:

  • Osteoporosis: Ocurre cuando los huesos se debilitan y afecta en mayor medida a las mujeres (casi un 20% de las mujeres que pasan los 50 años sufren osteoporosis), debido a la aparición de la menopausia, que provoca una disminución de los estrógenos y por tanto un debilitamiento del hueso. Aún así, es importante saber que ciertos hábitos como el sedentarismo o el tabaco pueden favorecer también su aparición. La osteoporosis en un primer momento puede pasar desapercibida por la levedad de sus síntomas, pero a medida que avanza, causa dolores de espalda, fracturas vertebrales, malas posturas o pérdida de estatura.
  • Problemas de espalda tales como la ciática o la lumbalgia, causadas por el desgaste de las articulaciones y por la presión en los músculos y ligamentos.

Ansiedad y depresión: 

No solamente debemos prestar atención a la salud física. La salud mental es igual de importante, y a partir de los 50 años se disparan los cuadros de ansiedad y depresión sobre todo en mujeres debido a la perimenopausia.  Es importante ser conscientes de que nuestro estado anímico es esencial para mantener una buena salud física y una buena calidad de vida. El ejercicio físico es una herramienta imprescindible para evitarlo.

Enfermedades cardiovasculares 

Por ejemplo, la hipertensión o las arritmias. Haber tenido unos malos hábitos de alimentación durante nuestra vida, la falta de actividad física o el estrés, además de la genética,  favorecen la aparición de estas enfermedades.

Cómo la fisioterapia puede ayudarte a partir de los 50

Como ya sabemos, la fisioterapia es una gran aliada de nuestra salud física. Gracias a ella podemos mejorar deficiencias de movilidad, aumentar nuestra fuerza muscular o mejorar nuestro equilibrio y resistencia. Esto nos ayuda a evitar caídas y lesiones, además de aumentar por supuesto nuestra calidad de vida. Pero también puede ayudarnos a mejorar nuestra salud mental, y es que está demostrado que ciertas técnicas de fisioterapia ayudan activamente al bienestar emocional, al ayudar a nuestro cuerpo a generar endorfinas y liberar tensiones.

Tipos de tratamientos fisioterapéuticos a partir de los 50

Es muy importante ser consciente de que los tratamientos de fisioterapia más adecuados varían de un paciente a otro y de que siempre será necesario evaluar la capacidad física de cada uno para implementar el mejor tratamiento. Entre los tratamientos fisioterapéuticos más destacables para tratar dolencias a partir de los 50 años encontramos:

Fisioterapia de prevención con: 

  • Terapias manuales como los masajes y estiramientos suaves: con ellos conseguiremos mejorar la elasticidad  y la flexibilidad de las articulaciones y aliviar el dolor muscular.
  • Terapias de fortalecimiento de huesos: magnetoterapia, estimulación magnética periférica…
  • Ejercicio terapéutico preventivo: para lograr tener el sistema muscular en un estado óptimo que permita evitar la aparición de enfermedades musculares.
  • Técnicas de relajación.

Fisioterapia de rehabilitación: 

Nos ayudará, una vez realizada una evaluación del dolor o lesión que se haya producido, a aliviarla y mejorar nuestro estado físico.  En este tipo de fisioterapia también podrán emplearse terapias manuales para mejorar la lesión y mitigar el dolor o inflamación que sufra el paciente.

Si sufres de alguna de las dolencias que hemos hablado en este artículo y piensas acerca de si la fisioterapia podría ayudarte, no dudes en pedir cita en nuestra clínica en Granada. El equipo de fisioterapeutas del que formo parte en Trauma Granada te ofreceremos el tratamiento idóneo para que mantengas la mejor calidad de vida tanto ahora, como en el futuro. 

Contáctanos ahora aquí.

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